domingo, 20 de marzo de 2011

Siempre a tu lado, Hachiko.

Buenas... noches, a todos.
Se preguntarán: "¿Qué hacía esta chica publicando una entrada en su blog a media noche?", pues dejen les explico... Hace apenas unos minutos he terminado de ver una película de las películas más hermosas que pueden existir:

Siempre a tu lado, Hachiko.

Quizá ustedes ya hayan visto la película, quizá no... si no la han visto, les puedo asegurar de que cuando lo hagan van a llorar. Yo lo hice.

La película se trata de un perro de raza Akita (o Akita Inu), es basada en una historia real, vivida en Japón.
Aquí una foto de un perro de raza Akita:
Según la película, éste hermoso animal es encontrado de cachorro por el Profesor Parker en una estación del tren por la noche, vagando. El hombre queda cautivado por el animal y decide llevarlo a casa, donde su esposa no se muestra muy positiva respecto a tener un perro en casa, por lo que el profesor le explica que sólo será un tiempo hasta que alguien reclame al animal. A la mañana siguiente, sin más remedio, Parker se lleva al cachorro a su trabajo, donde un amigo, Ken, traduce un símbolo que tiene el collar del perro como 'Hachi', y es así como Parker decide nombrar al cachorro.
Un dia Parker intenta entrenar a Hachi para que éste fuera por la pelota, como cualquier otro perro, pero el perro se niega rotundamente. Aún así el hombre no se rinde e incluso le muestra cómo debe de ir por la pelota (arrojándola y llendo él por ésta), su hija los espía por la ventana y ríe divertida, notando cómo en tan poco tiempo un lazo ha unido a su padre con el animal. Cate (esposa del profesor) se da cuenta de esto, y por esa razón cuando alguien llama a su casa, interesado en el cachorro, élla le dice que Hachi ya tiene dueño.
Los años pasan y Hachi y su dueño han formado una amistad inquebrantable, aunque el profesor aún no logra entender por qué el perro se niega a jugar con él como cualquier perro normal. Se lo comenta Ken y éste le dice "Él no es cualquier perro, sólo iría por la pelota si hubiera una razón especial" a lo que Parker le contesta "Encontraré esa razón".
Una mañana el profesor se marcha al trabajo y Hachi le sigue hasta la estación, Parker intenta hacer que el perro vuelva a casa, sin éxito, por lo que se va a casa junto a su perro y hace hasta más tarde el trabajo. Esa misma tarde, Hachi intuye la llegada de su dueño y vuelve a la estación desde donde le espera. Parker se sorprende bastante, y decide que su mejor amigo le acompañe a la estación del tren cada mañana. Y así ocurrió todos los días, hasta que un día Hachi se niega a acompañarlo por más que su dueño le insiste. Al ver que el perro sigue negándose, decide irse sin él.

Bueno... aquí es donde comienza la parte más triste de la historia, y no creo querer llorar nuevamente por la misma razón.

Esta es de las películas más hermosas que he visto, donde la lealtad y el amor son lo principal.
Les dejo una fotografía del verdadero Hachiko, en una edad ya avanzada.


Éste hermoso animal nació en Odate, en 1923, y tras la muerte de su dueño, en 1925, él continuaba volviendo a la estación de Shibuya. Esperó a su dueño día tras día. Hasta que falleció, en 1934.

Existe una estatua dirigida a Hachiko, fuera de la estación en la que esperó durante diez años, cada día, al Dr. Hidesaburo Ueno.

viernes, 11 de marzo de 2011

That my smile not fool you... I am torn inside.

"Que mi sonrisa no te engañe... 
estoy destrozada por dentro."




"Las lágrimas más dolorosas, son las que derrama el alma. En silencio, sin temor a ser descubiertas. Ocultas tras una máscara sonriente."

Recuerdo el día en que dije eso como si hubiese sido ayer. Aunque en realidad fue hace alrededor de cinco años.

Lo dije, una semana después de cuando él se fue.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Can we pretend that airplanes, in the night sky, are like shooting stars?

I could really use a wish right now, wish right now, wish right now. Can we pretend that airplanes, in the night sky, are like shooting stars?

Sí, yo también quiero fingir eso, quiero delirar por un mínimo momento y pedirle cientos de deseos a las estrellas que estoy segura que jamás se van a cumplir.

Esto es algo que de verdad me jode.

El sentimiento de "nunca lo lograrás" o "no puedes" a veces me llena el alma y me jode no poder hacerlo a un lado. Claro, yo que puedo, pero me da miedo que al intentarlo no lo pueda hacer. Me da miedo pensar en el futuro... no, me corrijo:

Me da miedo el futuro.

Es tan sólo en pensar qué va a pasar y siento cómo el miedo me invade, me aterra. No lo digo en voz alta, nunca, o al menos creo que lo he dicho un par de veces, pero es sólo para liberar un poco de ese pánico en mi interior y tratar de sentirme más aliviada.

Es ahí cuando me pongo a pensar: "Quisiera que las estrellas cumplieran deseos", siempre es ahí. Nunca están de más los deseos, y sé muy bien que los deseos se cumplen, pero sólo si luchas por ellos... Bien, ¿qué tal si deseas algo que, por más que luches, nunca lo puedas tener?
Uf... no creo que me entienden, no soy buena explicando.

Y como sea, conozco eso de "las estrellas fugaces pueden volver tus deseos realidad", y a veces me quedo pensando "¿Por qué sólo ellas?", pero si eso fuera verdad, entonces le he pedido deseos a las estrellas equivocadas. Aunque...
Yo nunca he visto una estrella fugaz :(